Ir al contenido principal

Cómo dejar de estresarte y empezar a vivir

Quizás piensas que tienes un “problema real” que te estresa, preocupa o molesta y que para poder sentirte feliz esta situación tiene que cambiar. ¿Pero que pensarías si te dijera que no existen problemas “reales” y que el único problema con el que tienes que lidiar son tus pensamientos acerca de lo que estás viviendo?
Veamos esta situación. Alguien pierde su trabajo y piensa que es un grave problema, sufre por ello y se imagina los peores escenarios. Otra persona pierde su trabajo y piensa que es una buena oportunidad para hacer lo que en realidad le gusta, para descansar e incluso para cambiar de rumbo. Las dos personas están viviendo exactamente la misma situación, han perdido el trabajo, una la ve como un problema, la otra como una oportunidad…
¿Entonces cómo puede ser que perder el trabajo sea el “problema real”? Si lo fuera, todas las personas que pierden el trabajo deberían de sentirse igual de estresadas y no es así. En realidad el único problema está en tu mente, en todas esas historias de horror que te cuentas, de lo que perder el trabajo significa. Estas historias no son reales y te impiden pensar claramente y ver las posibilidades que se presentan delante de ti.
Es una muy buena noticia saber (o por lo menos abrirte a la posibilidad) de que nada externo tiene la capacidad real de afectarte, ya que como habrás podido comprobar no está en tus manos cambiar el mundo exterior. Recién cuando descubres que la causa real de tu sufrimiento son tus pensamientos puedes poner tu energía en la dirección correcta y trabajar en lo único que puedes controlar, tu mundo interior.
Cuestiona tus pensamientos, y libérate del estrés
Y ahora que ya sabes que la fuente de tus problemas son tus pensamientos, te preguntarás ¿cómo puedo hacer para lidiar con ellos?.
Byron Katie, autora del best seller “Amar lo Que Es” nos dice que cuando creemos nuestros pensamientos sufrimos y cuando los cuestionamos dejamos de sufrir. Y nos presenta 4 preguntas que puedes empezar a utilizar de manera inmediata para cuestionar cualquier concepto estresante en tu vida. Un proceso muy simple que ha ayudado ya a miles de personas.
Hazte las siguientes preguntas:
Ubica el pensamiento que más te está estresando en estos momentos y responde a estas preguntas como si de una meditación se tratara, tómate tu tiempo, deja que las respuestas surjan del corazón.
A modo de ejemplo utilizaremos el pensamiento “Él no me presta atención”.
1. ¿Es eso verdad?
¿Es verdad que “él no te presta atención”? La respuesta ha de ser un simple si o no. Si la respuesta es no, pasa a la pregunta 3 directamente.
2. ¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza?
¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza que el no te presta atención? ¿Que aunque no te mire no te está escuchando? ¿Que no te presta atención porque no lo demuestra?. Otra vez la respuesta, a de ser simplemente si o no.
3. ¿Cómo reaccionas, qué sucede, cuando crees ese pensamiento?
¿Cómo te hace sentir pensar que él no te presta atención? ¿Cómo lo tratas a él cuando piensas que no te presta atención? ¿Cómo te hace sentir este pensamiento tanto física como emocionalmente?
4. ¿Quién serías sin el pensamiento? No tienes que luchar con el pensamiento, simplemente percibe como vivirías tu vida si no creyeras ese pensamiento. Cómo lo tratarías a él si no tuvieras este pensamiento.
La siguiente parte del proceso es invertir los pensamientos de la siguiente manera:
- Inviértelo a lo opuesto (inversión de 180°): “Él sí me presta atención”. Quédate quieta y nota todos los sentimientos que aparecen al respecto. La sola idea de confrontar esto y mirarlo directamente muchas veces requiere de valor, pero los resultados valen la pena. Cuando la mente se abre, empiezas a encontrar ejemplos donde el sí te presta atención, te permite ver a los demás con otros ojos, a reconocer cosas que a veces no vemos. Es abrirnos a la posibilidad de que las cosas no son como las veníamos pensando.
- Inviértelo hacia el otro: “Yo no le presto atención a él”. Encuentra ejemplos donde tú no le prestas atención a él. Fíjate cómo a veces eso que queremos que los demás hagan, no nos es fácil hacer a nosotros.
-Inviértelo hacia ti mismo: “Yo no me presto atención”. Y esta es quizás la inversión más profunda de todas, la que te ayudará a ver cómo no te has estado prestando atención a ti misma en muchos aspectos de tu vida. Y cuando ves esto, podrás ver ¿cómo esperar que él te preste atención, si tú misma no lo haces? Y gracias a esto podrás empezar a hacer las enmiendas necesarias contigo.
Finalmente aquello que te molestaba en la otra persona te lleva a descubrir cosas sobre ti que de otra manera no hubieras visto. La otra persona se convierte en tu espejo y en un gran regalo.
Sandra Iozzelli se especializa en ayudar a otros a reducir las emociones negativas, el estrés, el miedo y las creencias limitadoras en sus vidas. Si quieres conocer los simples pasos que puedes aplicar para conseguirlo, solicita el Reporte Gratuito “4 preguntas que pueden liberarte del estrés" en la web www.sandraiozzelli.weebly.com

Sandra Iozzelli se especializa en ayudar a otros a reducir las emociones negativas, el estrés, el miedo y las creencias limitadoras en sus vidas. Si quieres conocer los simples pasos que puedes aplicar para conseguirlo, solicita el Reporte Gratuito “4
Fuente del artículo http://www.articulo.org/4365/sandra_iozzelli

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué puedes hacer para controlar el hambre?

Hay determinados momentos del día donde la tentación nos puede y podemos llegar a pecar, comiendo cosas que no debemos y que, sumadas a lo largo del tiempo, pueden hacernos engordar sin que nos demos cuenta. Debemos adquirir unos hábitos saludables que nos ayuden a controlar el hambre. Para ello, lo mejor es ir adaptándolos poco a poco en nuestra vida para que lleguen a ser totalmente naturales a nuestra rutina diaria. Podemos daros varios consejos para controlar el apetito , como por ejemplo: Cuando tengas ganas de comer, sal a la calle a que te dé el aire. Paseando un rato, tu apetito se verá disminuido por el hecho de entretenerse al ir de paseo. Cuando llegues a casa después de pasear, toma un par de vasos de agua templada pues te ayudarán a llenar el estómago. Después siéntate, relájate y entretente con algo, por ejemplo, leyendo un libro. Si aún así no puedes esperar hasta la próxima comida, toma alguna fruta o algo que tenga bastante fibra, junto con otro vas

¿Y si Empiezas Hoy a Dejar de Fumar?

Fumar es uno de los peores hábitos que una persona puede tener . Si eres fumador, estoy seguro de que en algún punto esta afirmación te ofendió. ¿No te llama un poco la atención que si digo algo malo del cigarrillo, tú te sientes personalmente herido? Este es un signo común, y habla a las claras de la tremenda adicción que hay en esta conducta. Por otro lado, es importante señalar que numerosas personas que permanentemente utilizan métodos de autosuperación con éxito, encuentran muy difícil dejar en particular el cigarrillo. Estos son algunos puntos para pensar por qué YA mismo es preciso decir adiós a este mal hábito y por sobre todo, creer que es posible, lo cual suele ser el más duro obstáculo a vencer, ya que a esta altura en casi todos los casos la nicotina ha tomado control del organismo y, con ello, de muchos de los pensamientos. Cuando Alfred Hitchcock realizó su película Psicosis, eligió muy bien los planos para crear una sensación de miedo. No sería los mismo

Cómo controlar el estrés laboral

La vida diaria nos exige estar a la altura de diferentes demandas en todos los ámbitos. Debemos responder en el trabajo, con nuestra familia y además estamos habituados a exigirnos cada vez más y mejores resultados a nosotros mismos. Cada vez que nos enfrentamos a una demanda ambiental o personal se produce una respuesta de nuestro organismo que da lugar a alguna acción. Si como resultado de ello no podemos reaccionar adecuadamente y responder a esa demanda porque nos sentimos desbordados, entonces la respuesta será el estrés. Así en el ámbito laboral sentiremos el estrés cuando aceptemos o nos impongan una serie de tareas que consideremos difíciles, laboriosas y que tenemos que tener listas en un tiempo determinado. El estrés es una respuesta particular de cada individuo. Lo que para uno puede ser un reto y motivarle para otro puede ser algo extenuante e imposible de realizar. Incluso cuando esas dos personas estén suficientemente capacitadas para el desempeño, una p