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¿Y si Empiezas Hoy a Dejar de Fumar?

Fumar es uno de los peores hábitos que una persona puede tener. Si eres fumador, estoy seguro de que en algún punto esta afirmación te ofendió. ¿No te llama un poco la atención que si digo algo malo del cigarrillo, te sientes personalmente herido? Este es un signo común, y habla a las claras de la tremenda adicción que hay en esta conducta. Por otro lado, es importante señalar que numerosas personas que permanentemente utilizan métodos de autosuperación con éxito, encuentran muy difícil dejar en particular el cigarrillo. Estos son algunos puntos para pensar por qué YA mismo es preciso decir adiós a este mal hábito y por sobre todo, creer que es posible, lo cual suele ser el más duro obstáculo a vencer, ya que a esta altura en casi todos los casos la nicotina ha tomado control del organismo y, con ello, de muchos de los pensamientos.
Cuando Alfred Hitchcock realizó su película Psicosis, eligió muy bien los planos para crear una sensación de miedo. No sería los mismo la escena de la ducha si estuviera realizada en colores pastel, con movimientos lentos de la cámara, con planos muy abiertos y con una música muy romántica. Hitchcock utilizó imágenes en blanco y negro, oscuras, planos muy cerrados, muchos planos seguidos y una música muy intranquilizadora. Sabía muy bien lo que quería conseguir. El cerebro funciona de la misma manera.
Piensa en una situación en la que puedes evitar hacer algo (por ejemplo, dejar de comer chocolate) y compárala con la situación en la que no puedes evitar dejar de encender un cigarrillo.
Depende de la sensación que tenemos, elaboras unas imágenes internas diferentes. Por eso es muy importante que descubras las diferencias entre la imagen en la que no puede evitar encender un cigarrillo (la imagen de Psicosis, por ejemplo), de la otra imagen en la que puedes decidir no hacer algo (una película romántica, por ejemplo). ¿Encuentras las diferencias? Estupendo. Ya ves, tu cerebro es un experto director de cine y ha sabido escoger muy bien las características de los planos y de las secuencias. Quizás haya diferencias en la iluminación del chocolate, que puedes dejar de comer, del cigarrillo, que no puedes evitar encender. O quizás haya diferencias en que el chocolate está mucho más alejado y pequeño que el cigarrillo. O al revés. ¿Tienes claras las diferencias?
Muy bien. Vamos a la imagen en la que no puedes evitar encender un cigarrillo y vamos a fijarnos en alguna de esas características diferentes con dejar de comer el chocolate. Vamos a imaginar que en la imagen de comer el chocolate, la tableta de chocolate es mate y, sin embargo, el cigarrillo que se acerca a tu boca es brillante. No es más que un ejemplo para que sepas qué es lo que quiero que hagas, pero podría ser cualquier otra diferencia.
Lo que quiero pedirte es que imagines esa imagen mental acercando el cigarrillo a tu boca (o como sea esa imagen), en la que el cigarrillo es brillante, y lo que quiero es que aumentes mucho el brillo. Haz que el cigarrillo tenga muchísimo más brillo. Atención, posiblemente al hacer que el cigarrillo tenga más brillo, aumentarán tus ganas de fumar. Pero lo que quiero es que sigas aumentando el brillo al máximo: Disminuye el brillo, y aumenta el brillo todo lo que puedas; disminuye el brillo y aumenta el brillo al máximo. Hazlo, por favor, varias veces. Las ganas de fumar aumentarán y aumentarán hasta que llegará un momento en que la necesidad de fumar desaparecerá. Es lo mismo que doblar metales, llega un momento en el que la cucharilla se dobla y se rompe.
Lo que estamos buscando es sobrepasar el umbral de estimulación que hace que “tengas que” fumar. Estamos dándole a tu cerebro una especie de sobredosis de necesidad de fumar. Podemos observar cómo la imagen, que en principio te precipitaba a la acción, pasa a ser una imagen grotesca, o excesiva, o amenazadora que pierde su capacidad como estímulo y que quizás te pueda provocar otros resultados como la risa, el rechazo o la indiferencia.
Esto que acabamos de hacer, elimina la necesidad de fumar. Quizás tengas que hacer lo mismo con alguna otra de las características que hemos encontrado diferentes entre las dos imágenes que hemos comparado. Por ejemplo, si la diferencia no está en el brillo, sino en que el cigarrillo es mucho más grande comparativamente que el chocolate, entonces aumenta mucho más todavía el tamaño del cigarrillo hasta que sobrepase el umbral
Esto que acabamos de hacer, comienza a eliminar la necesidad de fumar. Pero no llena el hueco que hemos dejado, no cambia la conducta de fumar por otra conducta diferente. ¿Qué vas a hacer en vez de fumar?
El Secreto de La Riqueza Absoluta, de www.Secretia.com

Fuente del artículo http://www.articulo.org/470/eighthreeseven

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